TURINGIA, 1222. El poema épico que Wolfan von Eschenbah escribó en 1215, que consta de 25.000 versos agrupados en 16 libros, se está convirtiendo en el romance más popular de la Alemania medieval. La obra narra la historia de Parzival, uno de los caballeros de la Mesa Redonda del rey Arturo. El poema continúa y amplía la historia narrada por Chretien de Troyes en su romance Perceval o El Cuento del Grial, que vio la luz a finales del siglo pasado, lo que, por otro lado, es significativo de la fascinación que la sociedad de la época sentía por la reliquia de la última cena de Cristo. En la obra de Wolfan, Parzival, un joven simple y sin cultura, persigue el Santo Grial y tras grandes aventuras acaba siendo el mayor de los caballeros.
La obra, junto con la de Chretien, supone una importante evolución del género caballeresco, que empezó con la creación del mito del rey Arturo, a principios del siglo XI, y ahora está cambiando hacia la historia y las aventuras de su caballeros. Más adelante, el género evolucionará hacia la forma de vida cortes y caballeresca que recogerá el propio Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes. Pero aún faltan cuatrocientos años para ello.
En 2017, Siruela reeditó la obra, en cuya reseña podemos leer:
“Junto con el Fausto de Goethe y el Cantar de los Nibelungos, el Parzival de Von Eschenbach, que Siruela presenta en una nueva edición, se erige como uno de los principales mitos de la cultura alemana. Del interés que suscitó en su momento esta obra nos hablan los más de ochenta manuscritos conservados. Un interés que no ha dejado de aumentar con los años, generando una ingente bibliografía que, junto con la ópera de Wagner, ha tratado de esclarecer los enigmas que encierra este texto. Este poema de casi 25.000 versos representa el último y esencial eslabón del ciclonovelesco en torno al grial. Von Eschenbach no solo completa la historia que Chrétien de Troyes dejó inacabada a finales del siglo XII, sino que introduce una transformación simbólica que afecta a todo el sentido de la leyenda: el Grial ya no es una copa de efectos maravillosos, ni el cáliz de la Última Cena, sino una piedra mágica caída de la corona de Lucifer en el momento de su derrota. Además, la ampliación del argumento y la nueva complejidad de sus personajes hacen de Parzival una de las grandes creaciones épicas de la Edad Media y quizá de todos los tiempos.”
En el siglo XIX, Richard Wagner compuso la ópera Parsifal basada en este romance. Wagner la concibió en 1857, pero trabajó en ella de forma intermitente hasta que se estrenó en el Festival de Bayreuth de 1882. El festival tuvo el monopolio de las representaciones de la ópera hasta treinta años después de la muerte del compositor, con lo que la primera interpretación fuera de Bayreuth fue en 1914.
IMAGEN SUPERIOR: UNO DE LOS MUCHOS MANUSCRITOS DEL ROMANCE QUE SE CONSERVAN