top of page

Ibn Hud entra en Murcia tras un nuevo levantamiento



 

MURCIA, verano 1228. Ibn Hud, el noble descendiente de la familia hudí de Zaragoza que el año pasado se levantó contra, y fue derrotado por, el autoproclamado califa El-Ola, ha vuelto a protagonizar otra rebelión contra el poder almohade y esta vez ha conseguido un gran éxito: dada la ausencia del ejército califal, Ibn Hud y sus seguidores han entrado triunfantes en la ciudad de Murcia, la capital de Shark Al-Ándalus y segunda ciudad andalusí en importancia tras Sevilla.


Los truculentos sucesos de septiembre pasado, cuando el gobernador de Sevilla El-Ola se autoproclamó califa y se rebeló contra su hermano al-Adil, fueron la gota que colmó el vaso de la inestabilidad almohade, un estado en caída libre desde la muerte de al-Mustansir en 1223, su último gran califa. El-Ola tuvo que enfrentarse, primero, a la rebelión de Ibn Hud en el valle de Ricote, del año pasado, y después a las revueltas de benimerines y hafasíes en el norte de África. Para conjurar este última peligro, el ejército califal tuvo que abandonar Al-Ándalus con destino a El Magreb. Cada día que pasa disminuyen las esperanzas de que vuelva algún día.


La falta de autoridad que se produjo entonces convirtió a Al-Ándalus en un país confundido y desprotegido, que veía como sus últimos gobernantes se convertían en vasallos de los cristianos (Al-Bayyasi, El Baezano) o luchaban entre ellos (los hermanos Al-Adil y El-Ola). Ibn Hud, descendiente de una importante familia con raíces en Zaragoza, parece haber galvanizado esta situación y, desde el valle de Ricote en Murcia, se ha convertido en el líder de la resistencia musulmana en Hispania.


Ibn Hud fue la respuesta del pueblo andalusí al hartazgo con sus dirigentes y la opción más viable contra la presión cristiana. Desde Murcia, gobernará en el palacio residencial y el castillejo de recreo que, cincuenta años atrás, construyó otro rey murciano que también se enfrentó a los almohades; ibn Mardanish, el Rey Lobo. Desde allí expandirá su rebelión a prácticamente todo el Al-Ándalus. En los próximos años, sus huestes controlarán Almería, Jaén, Málaga y Granda, llegando hasta Sevilla, en 1231, y a Algeciras en 1232.


El Castillo de Ricote, centro del levantamiento de Ibn Hud, se encuentra hoy en ruinas. A pesar de ello, su silueta nos permite imaginar cuán imponente resultaba la fortaleza, dueña y señora del valle de Ricote. Se encuentra ubicado en un elevado cerro de la sierra del Salitre, 150 mts por encima de la población de Ricote. A pesar de su estado, fue declarado Bien de Interés Cultural en 1985.


IMAGEN SUPERIOR: REPRESENTACIÓN DE LA OBRA DE TEATRO “IBN HUD, EL ÚLTIMO SUSPIRO ANDALUSÍ”, DE LA COMPAÑÍA DE TEATRO HISTÓRICO DE LOS MOROS Y CRISTIANOS DE MURCIA

bottom of page