ALMODÓVAR DEL RÍO, julio 1226. Abd Alah al-Bayyasi, el emir de Córdoba que se declaró vasallo de Fernando III, ha sido asesinado poco después de huir de la ciudad. El Baezano, como se le conoce, abandonó la antigua capital califal al conocer que, acusado de colaboracionista, se estaba fraguando una rebelión contra su persona. La muerte ha tenido lugar en Almodóvar del Río, donde el emir tenía previsto resistir hasta la llegada de los refuerzos castellanos. Su muerte ha provocado un vacío de autoridad en los territorios bajo su control, pues él mismo había expulsado a los dirigentes almohades durante sus campañas.
Efectivamente, el año pasado, tras las primeras incursiones conjuntas de El Baezano y Fernando III, el rey castellano regresó a Toledo dejando guarniciones en las plazas que había recibido de El Baezano, como Andújar, Martos y Baeza. Fue en ese momento cuando tuvo lugar la reacción almohade; el califa al-Adil reunió las fuerzas de Sevilla, Jerez y Córdoba en el oeste, mientras el emir de Jaén hacía lo propio en el este. Pero El Baezano derrotó a al-Adil en campo abierto, mientras que el rey de Jaén fracasaba en su asalto a las plazas controladas por El Baezano. Como consecuencia, al-Adil huyó a El Magreb y al-Bayyasi se proclamó emir de Córdoba, adueñándose de Córdoba, Sevilla y todo el Aljarafe.
Pero la alianza con los cristianos había convertido a El Baezano en un personaje enormemente impopular, con lo que era cuestión de tiempo que sufriese algún tipo de contestación. Y así pasó; alertado de que en Córdoba se había organizado un complot para matarle, decidió huir de la ciudad con unos pocos seguidores, algo que no le valió de mucho, pues poco después caía acuchillado por su propio visir cuando se disponía a entrar en el castillo de Almodóvar del Río.
La noticia de su muerte corrió como la pólvora y provocó un alzamiento general contra las guarniciones cristianas allí donde las había. Durante un tiempo, la situación fue muy confusa; las ciudadelas controladas por los cristianos, aunque bien protegidas, dependían de las respectivas ciudades para su aprovisionamiento, con lo que, con el paso del tiempo, su situación se debilitaba. Pero la falta de una autoridad central hizo que la respuesta almohade fuera dispersa y débil. Por ejemplo, el rey de Jaén acudió a Baeza para rendir su alcázar, mientras que en otras ciudades el asalto se intentó únicamente con las fuerzas locales. Mientras tanto, el tiempo pasaba y crecían las noticias de que Fernando III se disponía a vengar a su vasallo asesinado. El desánimo se extendió entre los almohades; el rey de Jaén decidió levantar el asedio de Baeza, y su población, atemorizada por la previsible venganza, decidió abandonar la ciudad. Lo mismo ocurrió en otras poblaciones como las ya citadas Martos y Andújar.
Cuando Fernando III llegue a las tierras de Jaén a finales de 1226, ocupará ciudades abandonadas que, solo unos años antes, habrían sido muy costosas si no imposibles de tomar. Sin necesidad de enfrentarse a ninguna fuerza almohade, Fernando III incorporará toda la zona oeste de Jaén al reino de Castilla, y habrá introducido una importante cuña en Al-Ándalus, cortando las comunicaciones entre las taifas de Jaén y Córdoba.
La famosa serie Juego de Tronos eligió el castillo de Almodóvar del Río como una de sus localizaciones más espectaculares. Representaba Altojardín, y fue conquistado por los Lannister en la última temporada de la serie.
IMAGEN SUPERIOR: CASTILLO DE ALMODÓVAR DEL RÍO