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Alfonso II de Portugal se fortalece contra las ambiciones de León



 

COIMBRA, 1218. La toma de la fortaleza de Alcàcer do Sal, y con ella el refuerzo de la seguridad de Lisboa, ha supuesto un importante fortalecimiento de la posición del rey Alfonso II de Portugal, muy debilitado desde que sus hermanas huyeran a León con el apoyo de gran parte de la nobleza y de la aristocracia eclesiástica. La victoria contra los almohades permite al tercer rey de Portugal erigirse como capaz defensor de los intereses del reino, lo que le ha granjeado el apoyo de magnates portugueses. Por el contrario, ha supuesto un jarro de agua fría para sus hermanas y para Alfonso IX de León, quienes pretendían aprovechar la debilidad Alfonso II para proponer al mismo Alfonso IX, hijo de Urraca de Portugal y por lo tanto primo de Alfonso II de Portugal.


El debilitamiento de la monarquía lusa viene de las decisiones tomadas por su abuelo Alfonso I, quien cedió importantes privilegios y riquezas a la jerarquía eclesiástica a cambio de que el papa de Roma le reconociese como rey, algo que no hizo hasta 1179 a pesar de que Alfonso I había sido declarado rey de Portugal en 1139. Esta política de cesiones a la iglesia y a la nobleza había continuado bajo el reinado de su hijo Sancho, y llegó a su punto máximo con el testamento de éste, quien dotó de importantes dominios a sus tres hijas, en detrimento de mantener los estados patrimoniales unidos a favor de Alfonso II. Éste trató de evitar el debilitamiento que tales cesiones suponían, pero ello provocó el levantamiento de los magnates de la iglesia y de sus hermanas, quienes pidieron ayuda al rey de León.


Sin embargo, esta magnífica oportunidad debió ser aplazada tras la muerte de Alfonso VIII de Castilla y la consiguiente guerra civil castellana. La nueva debilidad del archi-enemigo castellano no podía ser desaprovechada por Alfonso IX de Léon, quien llegó a acordar la boda de una de sus hijas con Enrique I, el rey-niño en poder del conde Álvar Núñez de Lara, quien se había hecho contra la regencia en disputa con Berenguela de Castilla. Pero la muerte accidental del niño Enrique I permitió a Berenguela maniobrar para que fuera coronado su hijo Fernando como rey de Castilla (julio 1217). Ahora, la conquista de Alcàcer do Sal ha mejorado sustancialmente la posición de Alfonso II de Portugal, con lo que la fuerza de su alternativa ha perdido fuerza y ha acabado por aparcar los planes de intervención de León en el rey de luso.

 

 

IMAGEN SUPERIOR: ALFONSO II DE PORTUGAL, OBTENIDA DE WIKIPEDIA

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